Publicado en: Santo Domingo Times (abril 2016)
Lugares para Visitar y Comer
Si le atrapan estas líneas estoy seguro que es fanático de viajar y comer. En este siglo veintiuno, globalizado hasta la médula, el turismo se ha convertido en mucho más que visitar iglesias, museos o lugares históricos. El viajero contemporáneo quiere descubrir culturas diferentes, otras formas de vivir y de pensar. Buscamos una manera de conocer el mundo más allá de ver lugares, de ser meros espectadores. Ahora queremos sensaciones, experiencias que involucren nuestros sentidos, que nos hagan sentir vivos.
Sabemos que los paisajes se condensan en un plato, en un bocado, en una buena mesa o en ese brindis para recordar. Por eso no concebimos explorar el mundo sin degustar sus sabores, texturas o colores (ni sin volver con algún souvernir foodie en la maleta).
En esta edición queremos proponerle un recorrido por las ciudades más gastronómicas del planeta. Metrópolis con grandes restaurantes, bares curiosos y mercados de ensueño; casas de comidas repletas de sabor local y tiendas para los gourmets más exigentes. Ciudades palpitantes, cargadas de color y aroma, con identidad y una cultura gastronómica de primer orden.
Pero no queremos relegar al Salón des Refusés (ni que nos acusen de ello) a Mecas Gastronómicas como París, San Sebastián, Las Vegas, Vancouver, Tokio, Londres, Copenhagen, Chicago, Kioto, Sao Paulo, Nueva York, Roma, Hanoi, Buenos Aires, Nueva Orleans, Marrakech, DF, San Francisco u otras tantas; pero en este ranking solo cabían 5. Así que estas son las ciudades que le seducirán por miles de cosas, pero sobretodo por su gastronomía.
Es nuestro top 5 de las ciudades más gastro del mundo.
1.- BARCELONA, España
Aunque me llamen partidista no me importa, porque al bajarse del avión me estará dando la razón. Por algo en el aeropuerto de El Prat está ubicado Porta Gaig, el mejor restaurante de aeropuerto del mundo.
Pero la montaña rusa de Barcelona no habrá hecho más que empezar. Déjese seducir tomando el aperitivo con sus deliciosas tapas (clásicas o de diseño), por sus restaurantes firmados por Albert Adriá, Carme Ruscalleda, Martín Berasategui o Jordi Cruz. Por las mesas de jóvenes chefs (Spoonik, Fulla d´Ostra, Saük o Caelis) que ya están marcando hitos, o por los clásicos de siempre (7 portes, Via Veneto).
Imprescindible la visita al mercado de La Boquería (en pleno centro de Las Ramblas), sus impresionantes puestos le harán creer que el edén gourmand ha llegado a la tierra (también puede comer dentro).
Si tiene días suficientes y decide darse un paseo, en la cercana Girona podrá probar una de las mejores cocinas del planeta, la de El Celler de Can Roca (reserve con tiempo).
2.- HONG KONG, China
Si busca contrastes (y comer rico), esta es su ciudad. Porque en Hong Kong igual probará la más excitante comida callejera como la cocina más refinada. Por algo Hong Kong tiene cerca de 15 mil establecimientos de comidas (de toda índole), es el reino de los dim sum y el lugar donde se mezcla oriente y occidente, lo prohibitivo y lo económico, lo exclusivo y lo popular.
Si va sobrado de presupuesto, en los restaurantes de sus grandes hoteles encontrará una dimensión del lujo que jamás habría imaginado. Acérquese al Mandarin, en su restaurante Amber encontrará una sofisticada cocina francesa (eso si, a precios desorbitados); en el Lung King Heen (3 estrellas michelín) del Four Seasons o el Fook Lam Moon (seguramente el mejor pato laqueado de la ciudad) le seducirán con su cocina clásica cantonesa; en el Otto e Mezzo sus platos italianos a base de trufa blanca y en Ta Vie con una magnífica fusión franco-japonesa.
Si no está de tan buen año sumérjase por sus calles, cualquier puesto de marisco (no deje de probar el chilli crab) o carrito-barbacoa le abrirá un nuevo mundo para sus sentidos (a base de bazo, pulmón o intestinos cocinados de distintas formas).
Y recuerde, el Temple Street Market (en Kowloon) es parada obligada de cualquier foodie con aspiraciones.
3.- LYON, Francia
La capital de la Galia romana, del Ródano y de la revolucionaria nouvelle cuisine, es un itinerario por la buena vida.
Porque Lyon traspasa la cuna de esa forma de cocinar que cambió al mundo, es la ciudad con más estrellas michelín, bouchons (restaurantes típicos) y bistrots per cápita del planeta.
Su apabullante oferta gastro viene de su ubicación al sur de la Borgoña y en pleno valle del Ródano. Solo hace falta darse un paseo por el marché de Les Halles para trasladarse a la Quinta Avenida de las compras alimentarias: fruterías de diseño, chocolaterías para perder el sentido, la quesería de la Mère Richard, charcuterías de Maurice Troilliet o Colette Sibilia o la pescadería de Pupuier. Tienda tras tienda a la cual más irresistible.
En su paso por Lyon jamás deje de probar las quenelles (una especie de albóndigas, famosas las de lucio), las andouillettes (salchichas de cerdo) o la soupe d´oignon; ni tomarse una botella de Beaujolais (el nouveu es uno de los vinos jóvenes más afamados del universo).
Para acariciar en su viaje la historia de la cocina tiene una cita en Paul Bocuse, su Soupe l´Elysée (plato creado en honor de Giscard d´Estaing) es gastronomía en mayúsculas.
4.- LIMA, Perú
La capital andina (y sus restaurantes) no dejan de sumar galardones; y es que lo que parecía una moda (la de la cocina Nikkei) se ha convertido en una firme (y parece que imparable) tendencia.
En el 2013 fue elegida capital gastronómica de América Latina y sus grandes restaurantes (Central, Astrid y Gastón, La Picantería, Malabar, Fiesta, Rafael, La Mar o Maido) encabezan las listas de los más selectos del mundo.
Y es que los chefs limeños han demostrado que la cocina puede convertirse en una auténtica pasión (e inagotable fuente de turistas) a base del trabajo con recetas olvidadas, fusiones intrépidas, mirada hacia el pasado y el orgullo por una tradición propia e inigualable.
Tiraditos, ceviche, ají de gallina, anticucho, causa limeña, hasta los piscos son términos de sobra conocidos fuera de sus fronteras, colocando a la cocina peruana en el olimpo internacional.
Para comprender todo lo que en estas tierras se ha gestado haga coincidir su viaje con Mistura (este año programada para los primero días de septiembre).
5.- BANGKOK, Tailandia
Bangkok huele a leche de coco, a jengibre, a curry, pero además es la ciudad que nunca duerme (pero de verdad). Se lo aseguro, nunca, jamás he encontrado un tapón a las 3 de la madrugada, solo en las calles de esta exótica urbe.
A pesar de este tráfico alocado, Bangkok es terriblemente sensual, un lugar que te mantiene los sentidos en vilo.
Para probar los infinitos sabores que ofrece las 24 horas del día, miles de puestos callejeros inundan sus calles, y a un precio baratísimo (como a dólar el plato) le brindan bocados de un rey. Pequeños templos gastronómicos a base de comida típica tailandesa, con productos frescos y recién preparados, que le sumergirán en un viaje gustativo sin parangón.
Pero Bangkok es mucho más que eso, sus restaurantes estrella le deslumbrarán como pocos. En el Gaggan encontrará una de la cocinas indús más sofisticadas del planeta; en Eat Me una deliciosa fusión oriente-occidente; y una refinadísima (y bastante creativa) cocina Thai en Nahm y Issaya Siamese .
Además en Bangkok no podrá hacer la compra sin una barca. En el mercado flotante de Damnoen Saduak (el más grande del río Chao) puede conseguir cualquier exótico ingrediente mientras pasea con su canoa. El sueño de todo Casanova.