Publicado en: Manjar (Octubre 2016)
Apréndete estas palabras si quieres moverte dignamente en el universo gastro
Foodfies
Si eres de los que fotografías todo lo que te vas a zampar, entonces tu hashtag no es otro que #foodfies . Su nombre lógicamente viene de la unión de food (alimento) y selfie (autorretrato). En la misma línea –aunque no gastronómica- han aparecido #footfies (fotos de tus pies) #belfie (del cuerpo sin cara, decapitado) o #jelfie (de la gente que no mira a la cámara). Recuerda, antes de meterte la cuchara a la boca échale un #foodfie.
Trompe-l’œil
Fue un invento de la pintura para crearnos una realidad visual falsa. En el campo gastro se usa para los platos que parecen una cosa y en verdad son otra. En definitiva, el gato por liebre de toda la vida pero a lo fino. El inventor de todo esto fue Ferrán Adriá con el famoso caviar de melón: un latita de apetecibles huevas de salmón que resultaban ser esferificaciones de melón. Uno de los platos más comentados en la historia de la cocina.
Saborología
Ándate con ojo la próxima vez que pongas la mesa, porque la saborología te explica como los elementos externos influyen sobre la percepción de la comida. Los colores, la iluminación, el lugar en que te sientas o el tacto de los cubiertos o el mantel inciden en tus receptores gustativos. Dicen, por ejemplo, que en un ambiente oscuro se siente más el aroma ahumado ¿Y con un plato de foam? ¡Que vaina esta!
Obrador
En este universo foodie de fascinación por lo rústico, artesano y hecho a la vieja usanza, el pan, el alimento que repartió Cristo en la Última Cena, se ha transformado en símbolo de máxima sofisticación. Porque ahora, el más esencial de los alimentos, ya no se compra en supermercados, ni tan siquiera en boutiques de pan. Para estar in debes hacer cola –rodeado de hipsters– en el obrador de un panadero, y si no date un paseo por cualquier capital europea.
Plancton
Es lo que comen las ballenas, pero convertido para nosotros es un ilustre bocado. Porque ahora en cualquier restaurante de postín el risotto puede ser de hongos o de plancton, tu eliges. Si quieres un banquete de estos diminutos organismos tendrás que trasladarte a Cádiz (España) donde el chef Ángel de León ha conseguido 2 estrellas Michelín a base de este nano-nutriente. Otros cocineros ya le siguen los pasos.
Kale
Es un tipo de col que, de entrada, no se sabe si es lechuga, brócoli o acelga, aunque si te fijas bien la distinguirás por su pajón verde. Llegó de Japón tímidamente, pero sus innumerables beneficios (casi mágicos) la hicieron conquistar mesas de alcurnia. Dicen que los Obama la cultivan en el huerto de la Casa Blanca y que la delicada Gwyneth Paltrow mantiene su belleza a base de jarturas de kale. Ya tiene consagrado un día en su honor (el primer miércoles de octubre).
Micros
Esos hierbajillos que decoran cualquier plato de diseño (y que sustituyen al demodé perejil) ahora los llaman micros. Si en otro tiempo comíamos rábanos o petit pois, ahora devoramos sus recién nacidos hijos, pues los micros no son más que matas muy pequeñitas. Jamás los subestimes al ponértelos en la boca, pues los Rock Chives tienen un delicado sabor a ajo, la Rúcula Egipcia a nueces y la Borage Cress a pepino. Tampoco los dejes mucho tiempo en el plato no vayan a echar raíces.
Mindfoodness
Si el Foodporn desató nuestra lívido a base de chorreantes chocolates y fresas del pecado, el Mindfoodness viene a redimirnos de nuestras culpas ¿Y como? Pues tomando plena conciencia de nuestra relación con la comida. Nada de atiborrarse de helado porque tengo stress o me dejó mi pareja, el Mindfoodness (degeneración del mindfullness) devuelve a la gastronomía el valor que merece. Especialmente indicado para glotones que disfrutan cada bocado como si les fuera la vida en ello.