Publicado en: Shine Magazine (Octubre 2016)
Lo dicen los cánones más estrictos, los huevos para el desayuno se deben cocer en un egg cloddler. Para quien no lo sepa se trata de un recipiente de porcelana con forma de vasito, base redondeada, tapa de acero inoxidable y una pequeña asa. El huevo se coloca dentro, se aromatiza al gusto y se sumerge en agua hirviendo (la porcelana hace que la cocción sea más suave) hasta obtener un perfecto huevo mollet.
Los clásicos están decorados con frutas, flores o aves, pero si quieres conseguir uno de lo más vintage, Kitchen Kraft los fabrica en bonita porcelana blanca. Para hacer un viaje en el tiempo.
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