Publicado en: En Sociedad (25 de Julio 2020)

¿A quién no le gusta el chocolate? No se ustedes, pero yo no conozco a nadie. Y es que la golosina por excelencia desata pasiones por donde pasa. Dicen que reduce el estrés, que está cargado de antioxidantes y potencia la memoria. Además, nuestro país produce de los mejores cacaos del mundo.

Pero si de verdad quiere disfrutar de un buen chocolate no lo engulla sin más. Tómese su tiempo, siga estos consejos y deléitese con el más sensual de los alimentos.

Obsérvelo: mire su brillo, la uniformidad de su superficie.  Note que no tenga esas desagradables manchas producto de la separación del azúcar o la grasa.

Huélalo: perciba sus matices tostados, a café, a tierra mojada, a frutos rojos o tropicales. Su olor dependerá mucho del tipo de cacao y del origen. Una simple onza de chocolate nos abre un abanico inmenso de aromas, encontrarlos sólo requiere algo de concentración.

Saboréelo: póngase un trozo pequeño en la boca y deje que se funda. Note su textura, su untuosidad, su ligera astringencia. Note su dulzor y la infinidad de matices.

Mastíquelo: ahora pruebe de masticarlo y sienta su textura crocante, su frágil firmeza.

Marídelo: con una bebida baja en azúcar. Hay infinidad de armonías del chocolate con cervezas, vinos, destilados o cafés.  Todo depende de las preferencias de cada uno. En todo caso, el agua mineral es algo que nunca falla.