Publicado en: RevistaES del Periódico Hoy (3 de Diciembre 2011)
Si a alguien deberíamos rendir culto los cocineros, cocinillas y amantes del buen yantar es al héroe que nos devolvió el fuego, dándonos la posibilidad de hacer sofritos, asopaos y las barbacoas que tanto satisfacen nuestro estómago. Y es que el bueno de Prometeo se jugó el tipo en una odisea sin parangón, digna del más bravo de los titanes.
Corrían esas épocas en que en el Olimpo las bromas se pagaban caras. En ambiente tan hostil se reunieron dioses y humanos para decidir que parte de los animales sacrificados les tocaba a cada uno. Prometeo, haciendo gala de su suspicacia, untó las de menos calidad con una fragante grasa, conduciendo al mismo Zeus a una errada elección. Dándose cuenta de su engaño, el rey del Olimpo penó a los humanos quitándoles el fuego, para sumirlos en una era de frío, oscuridad y comida refigerada.
Prometeo, que no sería amante de la carne cruda, puso manos en el asunto, y dando lo mejor de si mismo viajó a Lemnos para urdir una intriga con la que robar a Hefesto, el guardián del fuego, tan preciado don.
Una vez más la ira de Zeus fue desatada, encadenando a nuestro héroe al más oscuro de los farallones, para que el sol y la bravura del mar terminaran con su vida. Para más penuria recibía cada tres jornadas la visita de una gigantesca águila leonada que se ensañaba rasgándole la piel y devorándole su hígado.
De buena madera tubo que estar hecho el héroe, pues sus heridas sanaban al instante pudiendo sobrevivir en estas condiciones durante treinta años, tras los cuales fue perdonado y ungido como dios del fuego.
En la receta de hoy utilizamos el fuego en su estado mas puro. Una barbacoa de hortalizas en tributo a Prometeo, que ensalzaremos con una deliciosa vinagreta donde mezclaremos la calidez de la famosa salsa BBQ con el frescor de la menta y la albahaca. Una propuesta sabrosamente ligera para los preludios de la próxima navidad.
Un cocinero con cultura clásica, muy Kiko, siempre son de agradecer tan buenas referencias. Un abrazo, mucho éxito en tus fogones y que Zeus no te envíe al águila :))
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Muchas gracias!! Espero que no, y si me envía el águila que al menos no me coma el hígado (que lo tengo mu estropeado) …. hehehe.
Un abrazo
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*Muy bien Kiko quería decir 🙂
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