Publicado en: RevistaES del Periódico Hoy (6 de Junio 2015)
Sabor a gofio, a sancocho, a dulcísimo bienmesabe. Aromas que se anclaron en mi memoria y todavía hoy me acompañan.
Aunque pueda parecerlo, no vienen de nuestra Quisqueya esos recuerdos; son de otro rincón más lejano, son de mis queridas Islas Canarias.
Una tierra con gusto a volcanes y a océano, a arena negra, a altas cumbres. Un lugar de cruce de navíos, de despedidas y recibimientos, de grandes amigos y de una gastronomía tan ecléctica como variada. Un sitio donde cociné y fui feliz.
Pero no me voy a poner ñoño, porque a raíz del Día de Canarias (30 de mayo), hoy quiero acercarles un poco a su gastronomía, seguramente la más original y cosmopolita de España.
Una cocina influenciada por 3 continentes, de ancestros guanches, de conquistadores castellanos y de puertos de mar. Porque Canarias fue durante siglos la última parada antes de traspasar el Atlántico y de iniciar la aventura hacia lo desconocido.
Quiero hablarles de esas papas negras, pequeñas, cocidas enteras y en agua de mar para que arruguen su piel. Mantecosas y delicadas, esconden la sencillez -casi mística- de los grandes platos.
Por el gofio corre sangre aborigen. Los antiguos pobladores de esas islas tostaron la cebada, la molieron y la convirtieron en el pilar de su alimentación. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo se trajo el gofio a América y se cambió la cebada por maíz, un viaje de ida y vuelta de los que tan plagada está la historia gastronomica.
Sus potajes, ranchos y caldos se nutren de la estoica tradición castellana; sencillos en la versión diaria y bien contundentes cuando se visten de fiesta. El puchero de las siete carnes coincide en muchos ingredientes con nuestro sancocho y comparte el número viandas -el mágico 7- como símbolo de la perfección.
Pero fue por sus vinos que la fama gastronómica de canarias alcanzó su cima. Los deliciosos malvasías tuvieron tal renombre mundial que el propio Shakespeare los menciona en sus obras y no había banquete en la corte española que terminase sin un brindis con una copa de “Canarias” en la mano. Hoy siguen igual de encumbrados, triunfando en cualquier certamen internacional que se presentan.
Y como se que que el cuento les ha gustado terminaré con una receta de inspiración bien canaria. Una ensalada a base de papas arrugás, mojo y toda la frescura de las finas hierbas.
Muy interesante ir caminando por nuestra historia gastronómica. Buena la información.
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Gracias Marilin, beso grande.
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Llevo 6 meses viviendo en Las Palmas de Gran Canaria y descubriendo joyas de su gastronomía cada dá que pasa. Me ha encantado tu post!!!
un saludo
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Que bueno!! Yo viví como unos 15 fantásticos años allí llenos de sorpresas.
Muchas gracias por tu comentario
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Reblogueó esto en wwwpalfitness.
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