Publicado en: RevistaES del Periódico Hoy (21 Mayo 2016)
Ya lo decía mi madre, “no se puede tener todo en esta vida”. Sus sabias palabras vinieron a mi mente como un rayo, cuando cayó en mis manos (en realidad en la pantalla de mi laptop) el último estudio del Instituto de Ecología Social de Viena sobre el futuro de la nutrición de la humanidad.
Y es que en los devenires alimentarios (y gastronómicos) ocurre igual que en todas partes, no se puede estar en misa y repicando. Así que lo debemos tener claro; es casi incompatible una agricultura ecológica, la ganadería extensiva, dejar los bosques como están y comer carne como lo hacemos.
El curioso estudio se ha trasladado al 2050 y ha proyectado 500 posibles escenarios de lo que se necesitaría para alimentar a la población mundial. Los resultados son contundentes: si no queremos continuar destruyendo bosques, la tendencia de extender la dieta occidental a todo el planeta resulta insostenible. La mejor forma de salvar árboles no es dejar de comprar libros, sino hacerse vegetariano.
La buena noticia es que –a pesar de los malos hábitos occidentales- la deforestación no es indispensable para suministrar alimento al mundo entero. Pero si aspiramos a dejar de talar bosques debemos cambiar ciertas cosas en cuanto a la agricultura, ganadería, emisiones y dieta.
Por ejemplo, si nos volviéramos todos veganos, el 100% de los 500 escenarios serían viables; el 94% si fuéramos ovo-lacteo-vegetarianos y el 66% si se mantienen las mismas condiciones que vivimos en la actualidad. Pero cuidado, la moda de exportar las costumbres occidentales (principalmente carnívoras) al resto del planeta supondría que solo se pueden alcanzar un desastroso 15% de los posibles panoramas. La lectura es más que clara, mantener el mundo como está requiere un recorte drástico de hamburguesas.
Y como hace poquísimos días celebramos el Día Mundial de la Tierra les dejo unos datos: tres cuartas partes de la superficie de tierra firme (libre de hielos) está siendo usada para actividades agrícolas o ganaderas. Sus repercusiones –además de la desforestación- es el vertido de fosfatos, la contaminación por fertilizantes, la perdida de la biodiversidad y emisión de gases que agravan el calentamiento global.
Por si todavía no les he convencido, les dejo esta maravillosa (y eco-friendly) receta. Porque el veganismo salva árboles.
Es muy interesante con calma todo llega Gracias….
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