Mambá, la crema taína que conquistó el mundo

Publicado en: Bacana (junio 2014)

12Por la cadencia de su fonética bien podría ser nombre de una tambora africana, o uno de esos bailes de moda, de ritmo frenético que te dislocan la cadera con su loco vaivén. Pero no, el mambá se come, y la historia de la gastronomía -siempre tan caprichosa- ha sometido esta pasta de nutritivas propiedades a un viaje de ida y vuelta; a un recorrido por África, Norteamérica, Asia y Europa con el objetivo de conquistar el mundo y llegar a ser uno de los alimentos industriales más populares del planeta.

4Porque hablar de mambá es caminar por tierras de Quisqueya, por pirámides consagradas a la luna y al sol, por trapiches envueltos en lamentos de esclavos, por las frías factorías de Ohio o por el abigarrado comedor de cualquier hight school de la América rural. Pues el mambá es el ancestro dominicano –y haitiano– de la famosísima mantequilla de maní.

Su origen se remonta a la era precolombina, a las pastas de cacahuete utilizadas por mayas y aztecas para sus “moles” -del Náhuatl molli– que tanto fascinaron a los conquistadores españoles. Fue desde los coloridos mercados mesoamericanos que se extendió por todo el continente tropical, donde el maní es originario y crece de forma silvestre.

13El gran salto al mundo moderno se inició en 1890 cuando George A. Bayle Jr comercializó una crema de cacahuete como suplemento alimenticio para personas sin dentadura. Pocos años después –y esta vez de la mano del australiano Edward Halsey– se presentaba la “peanut butter” en la Louisiana Purchase Exposition, la Feria Universal de Saint Louis célebre por haber lanzado al mundo la hamburguesa, el hot dog, el algodón de azúcar o el té helado ¡La suerte de la mantequilla de maní estaba echada!

Pero nuestro mambá es mucho más que esas cremas de cacahuete de supermercado; generalmente artesanal, salado y algo picante debe su nombre a la voz congoleña de “muamba”, palabra bantú que define a cualquier preparación con maní.

Un apelativo africano para un preparado taíno; un testigo más del mosaico multicultural de la realidad gastronómica dominicana.

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