Publicado en Manjar (Diciembre 2016)
Artículo de Charles Keusters
Las claves para detectar el Buen Servicio
En este mundo obsesionado en chefs-celebrity y con un Instagram repleto de espectaculares cenas -mejoradas a base de filtros- es fácil olvidar lo esencial del buen servicio para el disfrute gastronómico.
Como profesional os contaré las cuatro cosas en que me fijo para saber si me están dando un servicio impecable:
El buen mesero es amable
Parece una obviedad, pero es increíble cómo a menudo este aspecto fundamental se pasa por alto. El buen servicio empieza con personas que realmente tienen vocación, disfrutan su trabajo, saludan con una sonrisa y te invitan a regresar.
El buen mesero es sutil
Tan importante como ser amable es entender los límites y no pasarlos. Los clientes vamos al restaurante para disfrutar de nuestros familiares o amigos, no para ser espectadores (ni cómplices) de un camarero que no sabe estar en su lugar.
El buen mesero es atento, se anticipa
Todos hemos tenido esa experiencia frustrante de tener que hacer señas a un camarero para conseguir que nos traiga agua o la cuenta. El buen mesero se centra en sus clientes y presta atención a sus necesidades obvias (que las copas no estén vacías o reemplazar su servilleta si cae al suelo). Lo verdaderamente excepcional, es cuando el servicio pasa al siguiente nivel y es capaz de interpretar esas señas no verbales, anticipándose a las necesidades.
El buen mesero es memorable
Quien ha recibido un servicio excepcional os puedo asegurar que no lo olvida. Esa magia, ese dejar que te sorprenda, ese no tener que preocuparse por nada, da una sensación de confort que perdura en la memoria. Porque seamos realistas, puedes comer bien en muchos restaurantes, pero el servicio realmente bueno se está volviendo tan raro como una comida donde la gente no deja de mirar a su celular.
