Publicado en: RevistaES del Periódico Hoy (26 de Septiembre 2015)
Entusiasmada estaba María con su curso de cocina vegana. Había descubierto que el mundo del tofu o la soya texturizada podía ser delicioso, y que no comer carne (ni pescado, ni huevos, ni lácteos) no era equivalente a seguir una dieta insípida y aburrida.
Mientras -con la mirada brillante- me explicaba su nivel de experimentación con los sofritos (a los que ha decidido echarle de todo) se me ocurrió decirle que como vegetariana vivía un momento involucionado ¡Para que fue eso! Se le transformó la cara al instante y en su bello rostro se dibujó un enorme interrogante.
Si, involucionar, porque el hombre es hombre porque consume carne, le dije con suficiencia.
Como estaba falta de alguna explicación más, le comenté que hace unos cuantos millones de años el homo habilis y el homo rudolfensis dejaron una dieta casi completamente vegetal para empezar a comer carroña. Todavía ese proto-humano no tenía habilidades para cazar grandes presas, pero el consumo de algún que otro alimento animal le supuso ese aporte calórico extra que le permitió continuar con su evolución.
Esta dieta carnívora fue en aumento y el homo ergaster (primer gran cazador), y el homo sapiens (nosotros) convirtieron la carne en la principal fuente de alimento durante más de dos millones de años.
Pero las teorías antropológicas y paleontológicas apuntan a que no solo fue comer carne o pasar de frugívoros a omnívoros lo que influyó en nuestro desarrollo; donde radica el auténtico paradigma fue en la forma de comerla.
Con la domesticación del fuego, el hombre se dio cuenta de que ese filete de mamut sabía mejor cocinado que crudo, que sus digestiones eran más ligeras y notó como su cabeza estaba creciendo, convirtiéndolo en un ser inteligente. Esa carne cocida necesitaba menos energía y se podía asimilar mejor que la cruda, lo que posibilitó el excedente calórico para el crecimiento del cerebro. Sea como fuere, lo cierto el que el ser humano ha llegado hasta aquí comiendo carne.
Ya en pleno siglo XXI la elección del vegetarianismo es una opción tan respetable como cualquier otra. Una opción inteligente de un humano plenamente evolucionado.
Y para que involucionen como es debido –y relamiéndose los dedos- les dejo esta refrescante ensalada.
MakinGastronomy 
Super interesante. Personalmente cuál es tu opinión sobre la dieta vegana?
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Zuri, me parece una estupenda opción aunque gastronómicamente se pierden muchas posibilidades. Lo que no logro entender es cuando los los cocineros veganos o vegetarianos desean imitar productos a los cuales renuncian intentando crear sabores y texturas de carnes, hamburguesas o quesos. Una incongruencia!!
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Cierto, es incongruente…
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Reblogueó esto en wwwpalfitness.
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Hola Kiko, me gustaría aclarar varios puntos, relacionados con nuestra alimentación, la evolución y los movimientos vegetarianos actuales:
1. Desde los primeros Australopithecus la alimentación ha sido omnívora: los vegetales (tallos, brotes y hojas) y animales (recolectores carroñeros y cazadores) han estado presentes en la dieta y han tenido importancia en su evolución. Al principio mas vegetarianos y luego más carnívoros.
2. En el género Homo, la expansión de nuestro cerebro está muy ligada a la alimentación con proteínas y carne: que se ha dado con una disminución del aparato masticador al consumir carne mayormente que vegetales, utilizando herramientas de la industria lítica para triturar los alimentos y el fuego para su cocción.
3. Al tener el género Homo un cerebro más grande necesita un mayor aporte de energía del 20% del organismo, que tiene que conseguir no aumentando la tasa metabólica, sino reduciendo alguno de sus órganos: el tubo digestivo a diferencia de los rumiantes, a cambio de mejorar la alimentación, proporcionando nutrientes de alta calidad, fácil asimilación y gran aporte calorífico como las proteínas animales.
4. En el Neolítico la agricultura y la ganadería hace diez mil años, las especies animales y vegetales han sido manipuladas por el hombre para conseguir una mayor producción y hacerlas más comestibles: nos sustentamos más bien de semillas duras de cereales, tipo de gramíneas, de las semillas, de las leguminosas (trigo, centeno, cebada) y carne.
5. En el metabolismo las proteínas y grasas animales son muy energéticas e importantes para formar con los aminoácidos los tejidos necesarios para crecer y constituir toda la base muscular y esquelética del organismo.
6. Las personas que se denominan “vegetarianas” consumen además de los vegetales: leche y huevos, alimentos de origen animal; entonces sería una dieta: lacto-ovo-vegetariana. La limitación de la dieta vegetariana se sitúa en la inferior calidad de las proteínas vegetales y la ausencia de vitamina B12 en los alimentos vegetales (su ausencia produce anemia perniciosa y alteraciones del sistema nervioso).
Un saludo, José Félix
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Wow, José Félix…. muchas gracias por tu abrumadora aportación.
Un abrazo
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Parece que en este espacio no se toma en cuenta los perjuicios que trae consumir carne, por lo menos en la forma exagerada que se hace en la Argentina. La carne más magra tiene un 20 % de grasa, además de nitritos, amoníaco y no hablemos de susstancias artificiales que se les da a los animales para aumentar su peso y crecimiento. Todo eso significa para el que lo consume mucha mayor posibilidades de sufrir de acido úrico, colesterol, presión , acv y ataques cardíacos. Yo dejé de consumir carne hace más de 30 años porque la carne me caía muy mal en el sistema digestivo, y a la fecha no tengo problemas de salud.
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