Las «Tapas», el bocado que traspasó fronteras

Publicado en: RevistaES del Periódico Hoy (11 de Octubre 2014)

3Es lo mejor que ha inventado España, dijo mi amigo Carlos mientras engullía “de una vez” el pincho de chistorra.

Se me dibujó una sonrisilla en la cara, la del orgullo patrio.

Y lo que mejor ha exportado, apostilló con suficiencia.

Razón no le faltaba porque como la Paella o la Sangría, las tapas han sabido mostrar al mundo la esencia gastronómica ibérica. Elementos dispares, con variedad de ingredientes y preparaciones, divertidos, informales y pensados para compartir, reflejan el carácter español y su forma de alimentarse.

1Las tapas -como los platos que han traspasado épocas y fronteras- tienen un origen incierto. Pero de todas las leyendas que especulan sobre su nacimiento, la que más me gusta, mi favorita, es aquella que cuenta como en época de Alfonso X “el sabio”, y encontrándose el rey de expedición por el sur de España se paró con su comitiva en el Ventorrillo del Chato*. Soplaba una fuerte brisa y al avispado mesero -para que no le entrase arena- se le ocurrió tapar la copa con una loncha de jamón.

La ocurrencia del mozo, el vino de Jerez y el delicioso jamón de Jabugo entusiasmaron a su majestad; la tapa había visto la luz y lo demás ya es historia.

Desde entonces la tapa amplió productos y barrió fronteras manteniéndose en la más rabiosa actualidad. Desde las más clásicas a las más contemporáneas, esta “cocina en miniatura” ha entrado en el olimpo de la gastronomía de la mano de Ferrán Adriá que encontró en las pequeñas porciones el mejor formato para su genial discurso.

4Y es que la tapa lo tiene todo, porque como los dim sum asiáticos o los mezze arabes adquiere esa dimensión social, esa esfera del compartir que la arrastran hasta otra magnitud.

Como ya me quedé sin espacio, hoy les dejo una tapa, un pincho, una picadera, como quieran llamarlo; en honor a esas culturas que han sabido elevar el concepto del bocado pequeño, del socializar comiendo, del probar mucho y variado en una auténtica forma de vida.

 

2* El Ventorrillo del Chato es una antigua taberna de Cádiz que todavía existe hoy en día.

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8 pensamientos en “Las «Tapas», el bocado que traspasó fronteras

  1. En el barrio madrileño de Lavapiés, desde el 16 al 26 de octubre podemos disfrutar del IV Festival Gastronómico «Tapapiés» con la participación de más de 20 bares de todas las nacionalidades donde podremos degustar más de 90 tapas libanesas, jamaicanas, alemanas, brasileña… Mestizaje culinario y a unos precios irresistibles!! No os lo perdais!!

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  2. Excelente entrada como siempre. Es cierto que hay mucha literatura escrita sobre el origen de las tapas y la historia que nos comentas la había oído referir ya varias veces. He tenido la fortuna de disfrutar en diversas ocasiones de las fastuosas comidas de el Ventorrillo del Chato Y puedo asegurar que lo referente a la arena voladora es más que cierto. No en vano se encuentra en una de las playas que circundan el acceso a las maravillosa ciudad de Cádiz. Respecto a la improbable visita de Alfonso X establecimiento, dejémoslo en que es más que dudosa ya que dicha venta, o bar-restaurante, fue abierto en el año 1780. En cualquier caso, una interesantísima aproximación a la historia y la realidad social -las tapas o pinchos implican compartir- que tanta fama han dado a la cocina de nuestra tierra. Un abrazote transatlántico 😉
    Te dejo el enlace del Ventorrillo;
    http://www.ventorrilloelchato.com/restaurante.asp

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    • Antxon, muchas gracias por tu brillante aportación. La verdad, como bien precisas, es con las tapas hemos volcado nuestra forma de entender la gastronomía. Ese concepto de compartir que va más allá del espacio y convierte el acto de alimentarnos en un ritual social. El mismo concepto que toda la gastronomía marinera, del cocido …. etc.
      Gracias también por el enlace!! Un abrazo grande

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